GRUPO ELRON
 
   DE ORIENTACIÓN Y SERVICIO

 

un grupo del cuarto milenio
para el tercer milenio

Entidades

1ª parte

 

ENTIDADES COEXISTENTES NO IDENTIFICADAS

 

Constituyen un misterio, pero su realidad es incuestionable: luces invisibles al ojo humano que, por su propia energía o con la aportada de un flash, impresionan los negativos fotográficos. Luces de diversas formas que, para mayor desconcierto de los investigadores, parecen tener un comportamiento inteligente.

 

"No hay nada oculto, que no haya de ser manifestado; Ni escondido, que no haya de salir a la luz".

San Marcos 4:22

 

Se entiende por "entidad" lo que constituye la esencia o forma de una cosa. Tras esta aclaración damos entrada a un tema muy actual que, como tantos otros, carece por el momento de explicación.

Sucede en este caso, lo que ya es habitual en el mundo de la Parapsicología: etiquetamos el fenómeno... pero la causa del mismo queda dentro de lo hipotético.

Hace ya algunos años que vienen captándose con cámaras de vídeo y fotográficas, discos ligeramente luminosos en bosques y senderos. Su tamaño aparente es variado, pero la mayoría parecen tener aproximadamente las dimensiones de una pelota de tenis y, lo que es más importante, un comportamiento inteligente. Sobre la naturaleza de estas "entidades" existen en la actualidad dos teorías a cual más atractiva. La primera de ellas, y quizá la que tiene más seguidores, postula la idea de que estos discos son entidades inteligentes, correspondientes a sistemas de vida acomodados a otras dimensiones y que, en definitiva, podrían considerarse "intrusos" que nos observan o vigilan mediante instrumentos presuntamente foto-sono-captadores. Algunos van más lejos y opinan que puede tratarse de micro naves espaciales. Entre estos últimos cabe destacar a Shulman, nada menos que presidente de la mundialmente conocida empresa American Computer, quien además dice tener pruebas de ello.

 

Disco azul fotografiado entre los árboles de las inmediaciones de un camping en el macizo del Montseny.

 

La segunda hipótesis que se baraja es un tanto más romántica y, hasta cierto punto, más atractiva. Según ella, no somos nosotros los únicos seres inteligentes que ocupamos la dimensionalidad de nuestro planeta, sino que lo compartimos con otros seres inteligentes, pero desprovistos de un cuerpo físico denso como el nuestro. De ser así, estas entidades se englobarían en algo que podríamos definir como "Psicofauna". Quizá el término no sea muy adecuado, pero es el que se me ocurre y el que quizá más se ajusta a la realidad, puesto que estaríamos hablando de una coexistencia, como ya han anticipado otros autores.

Nos encontramos también con tendencias más actualizadas, al compás del avance científico. Por ello me permito transcribir con el permiso del autor Schabbath van Nes Ziegler, algunos pasajes de su magnífica obra Teoría del Universo Multidimensional: "...normalmente en las apariciones de entidades, llamémoslas ‘seres superiores’ ‘seres angélicos’ o de cualquier nivel diferente al nuestro, estarán obligadas a crear un campo energético protector, capaz de mantener dentro de él un nivel energético-vibratorio que asegure el nivel energético-vibratorio del plano donde manifiesta su presencia corpórea...".

"...además en las apariciones de estas entidades, llamémoslas como las llamemos, se observa reiteradamente la característica común de un campo amortiguador, normalmente en forma de una esfera en estado de ingravidez, casi transparente, envolvente y protectora del contingente, de la entidad que manifiesta su presencia. Técnicamente si no existiera dicho campo protector, aun siendo posible el fenómeno por proyecciones holográficas, se hace insostenible la posibilidad de presencia corporal y real de entidades de otros planos existenciales...".

"...hemos de destacar que toda la fenomenología catalogada como apariciones milagrosas entra dentro de lo técnicamente posible con una estructura Multidimensional del Cosmos. Nada de ello es en principio incoherente, y las ‘naves espaciales’ de las entidades superiores, serían simplemente esferas de energía compensatorias de diferentes campos energético-vibratorios, demostrando con ello un perfecto conocimiento del Cosmos al admitir que no es posible subir o bajar de estadio vibracional sin un traje protector para su naturaleza...".

Ahora debemos preguntarnos: Las pequeñas esferas que captamos y que corresponden a ese estado de ingravidez y a esa semi transparencia de suave textura... ¿ son en realidad protecciones para que sutiles "entidades" entren en nuestra atmósfera y no sean agredidas por el nivel armónico vibracional (densidad energético vibratorio) de nuestro entorno. Algo así como el traje para el buzo o para el astronauta ?. En realidad en el mundo de la ufología son multitud los casos en los que los testigos aseguran haber visto esferas que se les cruzan en el camino, comentando incluso que en ocasiones parecen percibiese extraños seres en su interior.

Igualmente, en libros religiosos de varias confesiones encontramos alusiones a bolas luminosas y etéricas que se manifiestan ostensiblemente. La gran diferencia entre las observaciones dentro del contexto ufológico y religioso con los casos que ahora nos ocupan, es que muchas personas dicen verlas, mientras que las ECNI nos son visibles o sólo lo son a personas de gran sensibilidad, con mayor abertura en su abanico visual. Tengo la experiencia de que durante una excursión al lago de Bañolas con un grupo de investigación ALFA, una de las asistentes señaló un árbol diciendo ¡¡Allí están!! Recuerdo que incluso hizo un dibujo. Al revelar el carrete de diapositivas, una de ellas coincidía exactamente con lo que la mujer decía haber visto sobre el tronco que nos indicó.

Como es lógico, estas dos hipótesis de trabajo tienen sus detractores así como fervientes defensores. Creo que nuestra postura debe ser la de no aferrarnos a ninguna de ellas y permanecer en estado de analítica atención, en espera de que una abundante casuística de experimentación nos aclare con el tiempo la naturaleza del fenómeno. De todas maneras, no podemos descartar al hecho de que se trata de un fenómeno natural y, por tanto, que tenga una explicación que cuadre con la lógica científica. Como he repetido en multitud de ocasiones, no podemos admitir lo paranormal o anómalo hasta que no se hayan descartado todas las posibles explicaciones convencionales.