AUGE DE UNA FACULTAD INHERENTE AL HOMBRE

                  ¿QUÉ ES LA MEDIUMNIDAD?

                     PARTE  5

 

REPORTAJE SOBRE LA MEDIUMNIDAD

 

Pregunta: ¿Qué es en realidad la mediumnidad?

La mediumnidad es el vehículo que permite la comunicación entre el plano físico y los planos suprafísicos, mal llamados "espirituales" porque es un término equívoco (los planos 2 y 3, por ejemplo, denominados "del Error", son habitados por seres que son precisamente todo lo contrario de lo que se entiende comúnmente por la palabra "espiritual".

A través de la mediumnidad, los espíritus que tienen cuerpo físico (encarnados) pueden comunicarse con los que no lo tienen (desencarnados).

 

 

 

Pregunta: ¿Por qué prácticamente todos los líderes religiosos se han manifestado en contra de la mediumnidad?

No se han manifestado en contra de la mediumnidad en sí, sino de su utilización indiscriminada, especialmente por quienes desconocen su mecanismo y sus peligros. La mediumnidad es un arma de doble filo: mal utilizada puede provocar estragos. Uno de los ejemplos más famosos puede verse en Juana de Arco, que era una médium formidable, pero la errónea interpretación de lo que recibía de los mundos suprafísicos la llevó a cometer tremendos desatinos, que finalmente la condujeron a la hoguera. Así como hay que distinguir la electricidad de su uso, que puede ser bueno o malo, también hay que diferenciar a la mediumnidad, como hecho científico, de su utilización correcta o incorrecta.

Pregunta: ¿Qué probabilidad existe en la actualidad de una transmisión fiel de los mensajes por parte del médium?

Respuesta: En esta etapa de la humanidad las probabilidades son escasas, y aún una transmisión fiel no es suficiente.

Pregunta: ¿Por qué una transmisión fiel no es suficiente?

Respuesta: Voy a responder con otra pregunta: ¿Acaso el teléfono no transmite fielmente las palabras, pero los conceptos vertidos por quien está del otro lado de la línea pueden estar equivocados? En buen romance, alguien, a través del teléfono, puede transmitir con toda fidelidad que ¡dos más dos son cinco! La transmisión mediúmnica, entonces, no solo debe ser fiel, sino verdadera.

Pregunta: ¿Cuáles son los obstáculos más comunes de la mediumnidad?

Respuesta: Los obstáculos de la mediumnidad son tantos, y tan importantes, que se puede decir que es casi un milagro que en la actualidad exista una transmisión en la que pueda confiarse. El 99 % de los mensajes recibidos son, de alguna manera, falsos.

1) El primer obstáculo es que el médium no es un transmisor sino un traductor. Un teléfono o una radio son transmisores, y el médium no es ninguna de estas cosas. El médium traduce las ideas o conceptos de los desencarnados a palabras entendibles en el plano físico. En los mundos suprafísicos o "espirituales" no se usa el lenguaje como en el plano físico, sino la telepatía, a través de la cual en un instante se puede transmitir el contenido de toda una biblioteca. El problema de la mediumnidad consiste, entonces, en cómo transmitir una idea o un concepto de cierta vastedad en pocas palabras. Si en el plano físico a mil personas se les pide describir en diez líneas una casa, casi con seguridad se tendrá la descripción de mil casas distintas. Y con la mediumnidad sucede lo mismo.

Al no ser un teléfono o una radio, al médium le cabe el conocido refrán de "tradutore traditore", es decir, el traductor es siempre un traidor. Y en esto no tiene nada que ver la buena fe, porque sucede lo mismo. Naturalmente que si el médium es de mala fe el problema se agrava.

2) El segundo obstáculo es que al problema de la traducción hay que agregarle otro no menos importante, que es el hecho de que la mayoría de los mensajes mediúmnicos son brindados por entidades del Error, es decir de los planos 2 y 3, que a su ignorancia hay que agregarle las intenciones de escarnecer a los seres encarnados, aprovechando que éstos no pueden percibirlos (ellos sí pueden percibirnos, porque, como pauta, los planos superiores pueden ver a los inferiores). Mal, entonces, estas entidades pueden transmitir verdades que ni ellos mismos saben.

Incluso existen entidades que han alcanzado los planos superiores, pero a causa de su ego han descendido de nivel, y utilizan a los seres humanos encarnados para descargar su odio o frustración. Éstos son los peores, porque dan mensajes verdaderos mezclados con mensajes falsos. ¿Y que puede haber más pernicioso que una entidad que, para destruir miente, pero para que le crean la mentira la disfraza con algunas verdades?

3) El tercer obstáculo es la poca capacidad de la mente decodificadora del médium para traducir ideas o conceptos a palabras. Hay traductores y traductores. Si el médium traduce literalmente (es decir, sin interpretar o evaluar primero el mensaje), esa traducción puede ser un desastre, tal como sucede con los traductores mecánicos. A ésto hay que agregar el poco o ningún conocimiento que tenga el médium de la materia sobre la que versa la mediumnidad. Si la entidad desencarnada transmite conceptos de música y el médium no tiene este tipo de conocimiento, sería algo excepcional que traduzca fielmente los mensajes.

4) El cuarto obstáculo son las ideas propias del médium. Si el médium es, por ejemplo, fanático religioso y una entidad le quiere transmitir ideas agnósticas, lo más probable es que las tergiverse. Y esta tergiversación, el médium puede hacerla en forma automática y de buena fe. Aquellos que escuchan los mensajes y que confían en la buena fe del médium porque conocen su trayectoria, pueden ser inducidos a error a causa de esta peculiaridad que ignoran.

¿Qué sucede con las entidades de Luz que se comunican a través de un médium que tergiversa los mensajes? Simplemente se retiran, y entonces toman su lugar otras entidades de bajo nivel que continúan los mensajes haciéndoles creer al médium y a los asistentes a las sesiones que continúan presentes los Maestros. Rara vez el médium y los asistentes se dan cuenta de la sustitución, porque las entidades del Error son muy astutas en este aspecto, y así es como entonces aquéllos, obviamente de buena fe, comienzan recibir y a difundir falsedades.

Los mensajes disparatados que escuchamos constantemente y que hieren el sentido común, tienen esta procedencia.

Los Maestros de Luz no pueden impedir que esto suceda porque tienen que respetar el libre albedrío, pero ven con pena (los seres de Luz no sufren por ellos mismos,  sino por los otros) cómo el médium y sus seguidores son engañados en su buena fe.

5) El quinto obstáculo son los engramas en reestimulación que pueda tener el médium. Como los engramas operan como órdenes hipnóticas, la mente decodificadora del médium puede recibir bien una idea, pero aún así el engrama le hace tergiversarlo (siempre en forma automática, ya que el engrama no depende de la voluntad). Entonces, por ejemplo, si el médium tiene implantado en su mente reactiva un engrama con el contenido "Dios no existe", a las entidades les será imposible lograr que el médium traduzca "Dios existe". De más está decir que sobre esta base errada, ningún mensaje puede ser válido.

6) El sexto obstáculo es la agresividad de los asistentes a una sesión mediúmnica, que puede desestabilizar el delicado organismo del médium y por ende a la entidad incorporada. La fidelidad de la transmisión en estas circunstancias se resiente, e incluso puede hacer "saltar" del receptáculo a la entidad incorporada.

Cuanto más elevado es el médium, con más facilidad puede ser desestabilizado. Después de un hecho así, durante varios días el médium sufre, inevitablemente, diversos trastornos físicos y psíquicos.

Pregunta: ¿Por qué el caso de Jorge Olguín sería diferente?

Respuesta: La respuesta es muy simple. En la historia de la humanidad puede observarse cómo siempre aparece alguien que marca el punto más alto de la raza en ese momento. Cuando Barnard hizo la primera operación de corazón era el único que la podía hacer, a pesar de todos los buenos cirujanos que existían en esa época. El día 5 de mayo de 1954, el atleta británico Roger Bannister corrió la milla por debajo de los 4 minutos, siendo, para los expertos algo casi inconcebible que una persona pudiera cubrir dicha distancia en un guarismo por debajo del "límite" imaginario de los cuatro minutos. La sonata de Beethoven llamada "El martillo" fue considerada imposible de ejecutar hasta que lo hizo Franz Liszt. Las posibilidades de la ejecución violinística permanecieron ignoradas hasta Paganini, del cual se dijo, por su virtuosismo, que había pactado con el diablo. Hoy muchos cirujanos hacen operaciones de corazón, muchos corredores han sobrepasado el récord de Bannister, muchos pianistas ejecutan la sonata "El martillo" de Beethoven y muchos ejecutan las composiciones de Paganini con toda facilidad.

Pero siempre hay un pionero, que encarna precisamente con la misión de imprimir un nuevo impulso al hombre. En el campo de la mediumnidad, el profesor Jorge Olguín es uno de estos pioneros. Es uno de los cuatro médium en todo el mundo capaz de recibir la Energía Crística (el Cristo) y el primero, y el único hasta ahora, que pudo incorporar a un eloah. Cualquier otro médium hubiera sido destruido o desestabilizado  por la tremenda energía de estas entidades.

Por otra parte, la mediumnidad de Jorge Olguín es la de una entidad que, como espíritu, se encuentra en el 5to. nivel de vibración, el más alto grado al que puede alcanzar un espíritu, siendo su fidelidad de transmisión del 98 %, que llega casi al 100 % cuando revisa el material grabado y lo corrige, momento en el cual también es ayudado por su propio Yo Superior (Johnakan Ur-el) y otras altas entidades.

Pregunta: ¿Cómo se puede saber si lo que transmite el profesor Olguín es verdad?

Respuesta: Fundamentalmente a través de la práctica y el estudio. Se llega un punto en que de tanto dialogar con las entidades, uno termina haciéndose experto. Pero a esto debe sumarse la condición de que el interlocutor debe tener suficientes conocimientos sobre la materia sobre la cual pregunta. Si el interlocutor no sabe nada, por ejemplo, de la anterior técnica, mal puede evaluar si la entidad que responde es el espíritu que animó a Hubbard cuando estuvo encarnado o si la entidad que se presenta conoce el tema. De la misma forma, solamente alguien que tenga un mínimo de conocimiento de la teoría de la relatividad, sabría si es Einstein o algún otro sabio de la misma magnitud el que se está comunicando y brindando explicaciones (en realidad no importa el nombre de la entidad sino el mensaje).

Cuando yo dialogo sobre la anterior técnica, sé muy bien si la entidad que se comunica sabe o no del tema. Además, el espíritu que animó a Hubbard cuando estuvo encarnado tiene una forma peculiar de comunicarse que, con la práctica, se aprende a individualizar.

Para concluir, hay que tener en cuenta que los espíritus son, al encarnar, meros intérpretes de un rol, y que al desencarnar ese rol desaparece. Esto significa que nadie puede comunicarse con el Jesús histórico, con Ron Hubbard, con el Maestro Confucio o con su propio padre fallecido, porque estas personas fueron meramente personajes interpretados por un determinado espíritu (en realidad, solamente por su 10 %, quedando el 90 % en su plano de origen), que incluso encarnó y ejerció otros roles en muchísimas oportunidades. Por lo general, los espíritus encarnan 100, 200 ó más veces, de modo que sería absurdo confundir un rol con el espíritu-actor que lo animó. Esto ya se dijo: sería lo mismo que confundir al espía de ficción James Bond con el actor Sean Connery, que lo interpretó.

En mi práctica mediúmnica he visto que los espíritus que se incorporan para dialogar se molestan bastante cuando algún asistente los confunde con el rol que interpretó en el plano físico, con el cual poco o nada tiene que ver.