Viajes astrales
4ª parte
EL DESDOBLAMIENTO
El desdoblamiento es la proyección de nuestra parte espiritual encarnada (el 10 % del total de nuestro espíritu) y su permanencia temporal más o menos manifiesta y fuera de su envoltura física. No confundir con las llamadas proyecciones espirituales holográficas en el plano físico, que se denominan Bilocación (*).
Preparación para el Desdoblamiento:
Le sugerimos concentrarse sobre un cono o una figura donde coexista la concentración y la expansión.
Frente
a un espejo:
Concéntrese sobre su imagen, sin cerrar los ojos, justo hasta que comience a
vacilar, siéntese confortablemente frente a esa figura refleja y continúe fijándola,
repitiendo candenciosamente su nombre, haciendo conciliar su Yo con la imagen
aparecida.
El
Ambiente:
La humedad, el ruido y el frío son enemigos empedernidos del
cuerpo sutil, por lo tanto debe escoger un ambiente confortable y si es posible
cargado de energías positivas.
La
Vestimenta:
La vestimenta debe ser confortable. Durante el desdoblamiento,
la tensión y la temperatura del cuerpo tienen tendencia a bajar. Al
desdoblarse, se tendrá más frío que en las condiciones normales. No se deben
usar cinturones ajustados, zapatos u objetos metálicos. Evite si es posible las
coberturas. Coma una comida ligera y si puede, tome un
baño de agua tibia con sal marina antes del desdoblamiento.
Características del personaje en el plano astral:
Ese 10 % encarnado cumple un rol o personaje en el plano físico. Cuando ese personaje se desdobla, descubre un mundo nuevo donde no existen las leyes ni las perspectivas, donde puede visualizar el interior y el exterior de las cosas, donde los cuerpos físicos muestran su estructura interna. También puede visualizar en profundidad el aura de las personas, sus colores, la energía vital que les anima y las formas, que las ve como cambiantes fluidos. Mientras tanto, el cuerpo físico del "viajero astral" queda en estado de inmovilidad, casi privado de sensaciones y de la conciencia, que está transferida a los otros niveles.
(*)
Bilocación es la presencia simultánea de una misma persona en dos lugares
diferentes. Hay un caso de bilocación muy difundido: Dicen
que San José de Cupertino asistió a la muerte de su madre en su pueblo natal
sin abandonar el convento de Asís donde residía. Estando ella a punto de
expirar gritó con gran acento de dolor: - "¡Oh, Fray José, hijo mío, ya
no te veré más!". Al instante apareció una gran luz que iluminó la
habitación y la moribunda, viendo a su hijo, gritó de nuevo llena de júbilo:
- "¡Oh, Fray José, hijo mío!". Al mismo tiempo, el bienaventurado
se encontraba en Asís y salía llorando de su celda, encaminándose a la
Iglesia a orar. El sacerdote guardián lo encontró y le preguntó la causa de
su llanto. Su respuesta fue: "Mi pobre madre acaba de morir". La carta
que llegó muy pronto confirmó la noticia, pero también los testigos que se
hallaban en el pueblo natal de Cupertino contaron que el Santo había asistido
personalmente a su madre moribunda. Todos estos hechos constan en el proceso de
beatificación del mismo.
Este
hecho que relaté fue muy difundido, pero en realidad la bilocación, o
el hecho de hallarse alguien en dos lugares distintos a la vez, es solamente una
fantasía que en la realidad no existe. Santo
Tomás de Aquino enseñaba, precisamente, que la presencia de un mismo cuerpo en
dos lugares diferentes al mismo tiempo es contradictoria, porque la materia
ocupa unas dimensiones específicas y no las puede ocupar en diferentes lugares
simultáneamente. El caso que antes planteé puede
deberse a que quizás Cupertino realizó un desdoblamiento e hizo que la madre
lo percibiera en su forma astral, no física.